sábado

Editorial

EL ARTE EN GESELL

Pocas ciudades ofrecen a sus habitantes y turistas tantas opciones de muestras artísticas y arte puro. Quienes vivimos en la Villa todo el año sabemos de las muchas y variadas actividades que podemos realizar: desde deportes hasta todo lo referido a lo cultural, a saber: pintura sobre tela o madera, tallado, idiomas, violín, dibujo, danzas españolas, árabes, clásica, jazz, teatro, guitarra, bajo, canto y la lista podría seguir y seguir.

Durante los meses de verano nos llegan otros artistas provenientes de todo el país: músicos, teatreros, titireteros, malabaristas, artistas plásticos, estatuas, acróbatas. Todos ellos se suman a los nuestros y pululan en cafés, teatros, en la playa, en el bosque, en la calle misma. Porque el arte en Gesell es abierto, económico, accesible para quien lo quiera mirar. Los artesanos se agrupan en la 112 y 3 y, más al sur en 133 y 3; los encuentros corales en el bosque; la peatonal y sus artistas callejeros; los pequeños rincones a cada paso donde se muestra alguna exposición de fotografía o pintura. Teatro para chicos y grandes.
Arte, donde quiera que vayamos, siempre hay alguien haciéndolo. Nos subimos al colectivo local y un padre y su hijo nos regalan sonidos norteños, así de sencillo, mezclados entre los pasajeros, música suelta hasta tu próxima parada. Caminás por la playa y no te asombra encontrarte con dos chicos tocando una armónica o un tamborcito. Tampoco te llama la atención ir por el bosque y encontrarte con un solitario muchacho que practica con su trompeta. Muchas casas de la Villa tienen esculturas en sus jardines o detalles de arte realizados por sus propios dueños.

Arte, siempre Gesell con arte. No arte de salón cerrado, con invitación y copa de vino de bienvenida. No, arte por todos los rincones, abierto a todos. Una linda cualidad que poseemos y que tenemos que cuidar, cultivar y fortalecer. Porque no solo somos playa, bosque y médanos. Los días nublados también hay para hacer y mucho en nuestra pequeña aldea.