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En Busca de la Verdadera Identidad

Autor geselino
Daniel Arbizu dialogó con nosotros sobre su primer libro y el segundo aún no publicado.

Era 27 de febrero y se había planificado hacer la segunda presentación del libro “Mi verdadera identidad”. Sin embargo por un imprevisto se suspendió, pero no queríamos perdernos la oportunidad de dialogar con su autor, Daniel Arbizu, quien es pediatra en nuestra ciudad.

Sobre el autor

Daniel Arbizu nació en Bahía Blanca, pero vivió hasta los 18 años en el campo, muy cerca de un pequeñito pueblo llamado Hilario Ascasubi, en el sur de la provincia de Buenos Aires. “Cuando yo salí de ahí tenía setecientos habitantes, ahora tendrá tres mil. Ahora parece inmenso, pero en ese momento eran dos cuadras por cinco.”

Realizó sus estudios en una escuela rural, luego en una de su pueblo y en el Colegio Salesiano de Fortín Mercedes. “Era este un colegio de curas re-loco, fantástico. Eran muy abiertos, tipos maravillosos, hacíamos misiones con los mapuches en la cordillera”

A los 18 años tiene que hacer la conscripción, ofreciéndose de voluntario para ir a la Antártida, desde allí, a bordo del Buque Polar ‘Bahía Paraíso’ participa del operativo de combate de la toma de las Giorgias, posteriormente este buque realiza el rescate del Belgrano y varias operaciones durante la guerra en Malvinas y el Atlántico Sur. Ya siendo médico se radica en nuestra ciudad donde vive con su mujer y sus cinco hijos.

El primer libro

Dice la contratapa del libro:

“Después de haber vivido la Guerra de Malvinas caí profundamente al vacío, y desde allí, aún confundido, comencé a buscar con desesperación la salida...Gracias a Dios, luego de muchos años, me reencontré conmigo mismo. La vida es indiscutiblemente un fenómeno de creación basado en el optimismo y en la diversidad. Son muchos los hechos de nuestra vida que comprendemos y tantos otros los que no comprendemos.

Mi verdadera identidad es el producto de un esfuerzo personal inmenso para salir adelante y no sucumbir.”

El cambio de rumbo y la meditación

Para Daniel este fue su primer libro; él dice que surgió primero como una improvisación “surgió como algo personal y que después empezó a tomar algo de carácter interesante y que, charlarlo con Belén, mi señora, lo decidimos publicar.”

Su origen es tal vez el inconsciente, surge en Malvinas. En un principio él quería estudiar arqueología, pero cuando está en Malvinas en un buque hospital, se encuentra con la medicina de guerra y le fascinó porque era un acto terriblemente humanitario “en la guerra hacían bajas y nosotros hacíamos el opuesto” Por ello cambia el rumbo y decide estudiar medicina, pediatría.

“Pasado Malvinas yo llego a una situación psicológica muy compleja y casualmente en ese momento una persona de mi pueblo, de campo, me enseña a meditar. Y ahí yo empiezo a entrar en el mundo de la meditación como un método para distender la mente. Intenté en psicología, pero como acá no había ninguna experiencia sobre tratamiento de post-guerra era muy difícil. Lo intenté dos veces y como no fue muy positivo, empecé a hacer las cosas solo.” Simultáneamente hacía la carrera universitaria “fue muy duro: hacer una carrera universitaria y resolver mi problema psicológico, era bastante pesado”

Estando en La Plata un día se entera de una charla sobre pirámides y asistió. Allí encontró un grupo que meditaba y que hablaba mucho sobre filosofía iniciática, basado en la cultura egipcia. Sin embargo, ellos hacían estudios comparados de religión, donde entendían que el concepto místico era el mismo en cualquier lugar del planeta y en diferentes tiempos. “El hombre, Dios, el fin de tratar de adorarlo y, sobre la base de eso, otros principios como padre-madre-hijo que es un concepto universal, siempre un modelo de Dios hecho hombre, en todas las religiones es así. Este grupo tenía muchos libros y hablaban de cábala, de alquimia, de numérica y que ayudaba a descifrar los textos por ejemplo del antiguo testamento y eso me fascinó. Además este grupo reflotaba las escuelas iniciáticas y de los primeros cristianos, para elevarse espiritualmente.”

Luego se viene a vivir a la Villa, encuentra algunos grupos para meditar y lo que hace es la meditación en familia. Y ahí, en la meditación en familia, comienza a escribir, de esto hace cuatro años. “Yo no tengo mucho tiempo para escribir: por mis chicos, la medicina, las guardias. Entonces cuando nosotros meditamos, que lo hacíamos casi todos los días, surgió está necesidad de escribir porque yo entraba en un muy buen equilibrio y tenía deseos de transmitirlo. Entonces mi señora con una lapicera y papel escribía lo que yo le pasaba como información. Así empezamos hasta que yo logré tener el mismo estado pero en conciencia. Al principio no podía escribir porque me distraía, me desconectaba. Porque la meditación te brinda eso: si vos bajas las frecuencias, llegás a un nivel donde te conectás con tu ser y de ahí automáticamente te conectás con el creador. Ahí surge un flujo de información terrible. Después entonces logré escribir en cualquier momento, lo hacía a veces entre paciente y paciente.”

Meta

Así empieza a escribir lo que él llama exaltaciones de la vida, porque ese era su balance de maduración de post-guerra. Eso le llevo veinte años de meditación, mucho tiempo de recaídas y mucho tiempo de buenos momentos. En el libro vuelca todo lo positivo para alertar a sus compañeros excombatientes a que es posible salir de esa situación.

Después para el que le gusta el tema va a encontrar cosas de interés porque justamente medita y también hay cosas que le van a gustar para aquellos que siguen la filosofía iniciática. “Está dirigido para el que sabe mucho y el que no sabe nada. Porque el que no sabe nada por ahí, como es este mundo de las meditaciones, tiene el potencial dentro pero aún no lo descubrió. Y a veces para descubrirlo solo basta algo tonto, como una frase y que es lo único que le faltaba. Muchas veces tenemos mucha información, muchas inquietudes, que las percibimos pero que no sabemos para donde salir y con una simple lectura se arranca.”

Segunda lectura oculta

Según Daniel, su libro está escrito en clave, es decir: que la lectura es agradable pero que tiene una segunda información. “Vos lo lees y es lindo, pero la segunda información debe estar, ésta la ve el que está en el tema. No todas las informaciones que yo escribí están en clave, pero sí hay informaciones que son muy, muy herméticas que son muy, muy precisas. En algunas puse información bien hermética de alquimia, de filosofía iniciática. Eso fue exclusivo para el que sabe mucho de eso. Pero el libro no informa demasiado de eso, como todas las escrituras te tiran las claves y después vos tenés que ir a descifrar las cosas. Porque la filosofía iniciática es eso: nadie hace el trabajo por vos.”

Vamos por partes

En la primera parte del libro Daniel Arbizu trata de sacar ese tabú sobre la meditación para que se considere como algo que se puede hacer cotidianamente, de manera natural y que para alguien que está en un mal momento, le sirve para resolver problemas. Y también explica qué es lo que él hizo para resolver su problema, su trauma, aunque en ningún momento se mencione a Malvinas.

En la segunda parte es lo que él llamó reflexiones, una forma de pensar sobre las buenas cosas de la vida. Y la tercera es una práctica para el propio lector, donde tendrá que volcar todo lo anteriormente leído y auto observarse tal cual es en el día. Esta última etapa es de reflexión pura.

De cabecera

Arbizu pretende que el libro sea tomado como un libro de cabecera, que cuando uno se sienta mal o bien lo tome, lo abra y encuentre algo. Por eso él recomienda no leerlo rápido y de corrido, sino más bien de manera pausada. Que pueda uno meditar, dejar pasar un tiempo y releerlo.

Mi verdadera identidad

La palabra en el título ‘mi’ obliga a que cada lector la tome como suya. “El libro desde el comienzo hasta el final busca eso, que vos busques tu verdadera identidad, y en la parte de la práctica hay que enfrentarse con uno mismo. En el trabajo no hay grises o sos el coraje de ser o toda la cobardía de no ser. Y uno, solamente uno decide quien quiere ser. Este soy yo verdaderamente. Y dentro de la filosofía iniciática, mi verdadera identidad es el Ser, ni siquiera el Yo bruto, sino el Ser hecho a imagen y semejanza.”

El segundo libro

Daniel va al volante de su motorhome. Viaja con la familia, a su lado está Daniela, su hija. El camino por el que maneja se asemeja a su vida: atrás lo que dejó, adelante lo que no vio aún, y allí mismo está lo que hoy es y tiene: él y su familia. Entonces le llegan las palabras que tanto ha buscado y que no lograba aprehender. Entonces Daniela toma una lapicera y comienza a escribir lo que Daniel le dicta. Y así, en el medio del camino, en el medio de su vida, encuentra la solución y sonríe agradecido...


Así, manejando, se resolvió el final del segundo libro. Sí, porque Daniel ya tiene escrito un segundo libro del mismo estilo, pero donde utiliza un personaje que se relaciona con determinadas cosas y que en un momento x de su vida decide hacer su trabajo interno, sólo que necesita instructores. “No te voy a decir quiénes son los instructores, pero sí que son extremadamente particulares y totalmente salidos de contexto.”

Así entonces sabemos que su segundo libro está armado, pero faltan algunos retoques para que sea armónico. “Es un libro que tiene mucha intensidad, tiene mucha profundidad y yo digo que desglosa lo que entre líneas está escrito en el primero, le da más explicaciones a cada cosa.”

Está previsto la segunda presentación de su primer libro para el 7 se marzo en el Centro Cultural El Ventanal, aunque aún está a confirmar. Para aquellos que quieran leerlo no tienen más que acercarse a las librerías de la ciudad y encontrarlo.

Por último dejamos una frase de su autor:

“Yo quise que este libro despierte en la persona algo bajo cualquier forma posible, que puede ser: porque se lee muy lindo, porque es agradable, porque es muy simple o es muy profundo.”

En “Mi verdadera identidad” se recurre a la metáfora, a las descripciones de lugares y situaciones, experiencias del autor. Es un buen libro para quienes no estén inspirados en la vida, estén pasando un momento difícil, para aquellos que tengan un perfil de espiritualidad o religiosidad. Por momentos se asemeja a un libro de autoayuda donde se ve al mundo de una manera positiva y alegre.