domingo

Para quemar pestañas

Harry Potter y las religuias de la muerte

Afines del mes de febrero salió por fin el último libro, el número siete, de Harry Potter. Su nombre: “Harry Potter y las reliquias de la muerte”.
Para aquellos adultos que han seguido la historia sin tener el prejuicio de que es un cuento para niños, no quedarán decepcionados. El último libro trae nuevos enigmas que se cierran, se aclara muchísimos clavos sueltos de libros anteriores y logra ser un verdadero fin. Más de uno dirá y con razón- que los últimos libros de la saga no fueron para nada infantiles: hay episodios violentos, situaciones adultas, sentimientos que van mucho más allá de la morbosidad que siempre parecen tener los cuentos para chico (no olvidemos la malicia de una manzana envenenada o el desamparo del pobre Bambi). Pero, para quienes no siguen la historia hay que decirles que es más profunda de lo que se muestra en su versión cinematográfica y no se trata de un simple cuento. Harry Potter es una historia de vida; una historia que comienza mucho antes del nacimiento del protagonista y que la autora nos la devela de a poco; donde cada libro es más profundo, más real y se aleja por completo de la fábula. A diferencia de cualquier saga infantil, Harry crece y por ende evoluciona su mente y su cuerpo, avanza y cambia.
En este último libro aparece algo que siempre roza a los protagonistas, pero aquí cae como una verdadera daga: la muerte, la muerte del propio protagonista.
Pero no diremos más ya que la idea está en que lo puedan leer ¿no?

Hay muchos opositores a estos libros, cada uno con su creencia: que es muy comercial, que es aburrido, bla, bla, bla. Yo recomiendo Harry Potter para chicos que tengan diez años en adelante, o sino que se los lean los padres explicándoles las partes difíciles. Sin embargo, en una era donde nadie parece estar interesado en leer siquiera un titular, es bueno pensar que hay niños muy pequeños y adultos, que no leían nada- que leen los tremendos mamotretos que son los libros de esta saga, y no son uno, sino siete. ¿Hay violencia? Algo, pero lo considero abismalmente más sano que los Power Ranger, por decir algo y mucho más complejo que Blancanieves y los siete enanitos. En esto no hay buenos y malos estáticos, inamovibles, como siempre suele ocurrir, aquí hay una historia de seres humanos, con magia sí, pero tienen tantos matices como en la vida real. Y si no me creen...a leer y sacar sus propias conclusiones!!!