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Lo que paso - Ballet para todos


Lo que fue el Primer Festival de Verano en Villa Gesell, Estrellas en Danza.

El primer Festival de Verano, presentando el espectáculo de ballet, “Estrellas en Danza”, fue impactante. En nuestra nota de tapa del mes de febrero se tituló 'Ballet para todos' y no nos equivocamos. El público presente en el Autocine de Gesell fue heterogéneo: chicos, grandes, expertos, turistas, geselinos. La noche fue fresca, pero no demasiado para empañar el show, las pequeñas estrellas arriba y las más brillantes en el escenario. Hubo un espacio con sillas, en el centro, donde mayormente se vio a geselinos y por los costados, detrás de las vallas todos aquellos que, bien preparados, se llevaron reposeras y sillas para admirar cómodamente. Gran asistencia de público. Dos pantallas a los costados del escenario reproducían lo que ocurría con zoom.
El espectáculo se desarrolló con el programa previsto, con algunos cambios de último momento de bailarines y roles. Carmen llegó con una Eleonora Cassano brillante y los papeles bien marcados de los secundarios: un torero, altanero, arrogante, soberbio; un soldado bohemio, enamorado, sentimental; y un Destino negro, trágico, implacable.
Luego apareció la ya reconocida y fabulosa orquesta de la Antigua Jazz Band, que se lució. Pequeñas coreografías aparecían junto con cada canción y no hubo una que se desluciera. Se destacó la de Cecilia Figaredo con un sexy conjunto rojo a dos piezas, cortejada por cuatro hombres de esmoquin con un gran paño rojo, que la envolvía y liberaban de una manera exquisita, suavemente, mientras el piano sonaba de fondo.
Otro momento precioso fue un solo de Hernán Piquín con el torso descubierto y un pantalón con amplios pliegues a modo de una sobre pollera que se abría cual enormes alas.
La sorpresa surgió de la rugiente voz de Sandra Mihanovich cantando en ingles un tema desgarrador, envuelta en un sobrio traje negro.
Eleonora y Cecilia bailaron un tango juntas, de rojo fuego una, de negro noche la otra. Si bien en el comienzo era bailado sólo por hombres ya era hora de ver uno sólo de mujeres y fue perfecto
Un ballet que deja atrás el miriñaque el tutú. Una vestimenta extremadamente sensual en las mujeres y en los hombres, que fueron marcadamente femeninos y masculinos respectivamente. Con coreografías muy sexys que exaltaban los trabajados cuerpos sin ocultarlos o taparlos. Todo un gran espectáculo de altísimo nivel que no decayó nunca. Primando los artistas, sin esplendorosos escenarios, un verdadero lujo.

Un pequeño defecto tal vez sea que todo se hizo con mucha sobriedad por parte de las autoridades, tanto que cuando se la reconoció a Eleonora Cassano como nueva madrina de la Casa de la Cultura, no pareció una mención tan importante, no hubo muchas explicaciones del porqué o mención de la madrina anterior. Quizás se deba a la gran discreción que hubo por parte de las principales autoridades, que no está mal, pero que creo que el público no llegó a entender la importancia del nombramiento. Sin embargo fue una buena noticia y una gran elección ya que Tita Merello, anterior madrina ya no se encuentra físicamente, demás está decir que Eleonora la reemplazará de manera espléndida.

Cuando finalizó, la desconcentración de gente se hizo lenta y tranquila, cada uno comentando lo que más le gustó, todos parecían como sedados por un bienestar que reconfortó. El primer festival de, esperamos y apoyamos, muchos, muchos otros de este nivel.