domingo

La columna verde

QUE SE TE PRENDA LA LAMPARITA

La mayoría de la energía eléctrica que consumimos, más aún la de Gesell, es producida por generadores que funcionan a gasoil y que producen gases (humo) que afecta a la capa de ozono y a nuestra salud. Argentina posee la peor matriz energética de la región, depende en más de un 80 por ciento de combustibles fósiles (petróleo y gas). Estos combustibles son no-renovables, por lo que un día se van a acabar.
En esta primera columna hablaremos de las lámparas de bajo consumo.
La iluminación en nuestros hogares representa el 30 % del consumo de energía. Reemplazar las lámparas comunes (incandescentes) por las de bajo consumo (lámparas fluorescentes compactas), no solo implica un ahorro en la energía sino también una mejora en la calidad de la iluminación y por consiguiente en la calidad de vida de la población. Porque las lámparas de bajo consumo como su nombre lo indica no solo consumen cuatro veces menos de energía sino que con esta producen más luminosidad: así una lámpara de 20 watts alumbra como una de 100 watts de las incandescentes, por ejemplo.
Una de las preocupaciones que surgieron respecto al uso de estas lámparas es que usan mercurio. Pero hay que aclarar que, según estudios del INTI, la cantidad de mercurio es de alrededor de 2 mg, esto es, mil veces menos de lo utilizado en un termómetro y mil veces menos que un clásico tubo fluorescente. No por ello hay que dejar de considerarlas como residuos peligrosos, al igual que las pilas, por ejemplo, y exigir una recolección diferenciada de estos elementos para un tratamiento especial.
Sabemos que el costo de estas lámparas es más alto, sin embargo son más económicas a largo plazo ya que su durabilidad es más prolongada que las lámparas comunes.
Si va a reemplazar progresivamente estas lámparas le recomendamos hacerlo primero en los ambientes que tengan mayor uso en la casa.
Nuestro compromiso no puede pasar solamente por pagar la cuenta de luz, sino en tratar de consumir lo menos posible, por nuestro ahora y el futuro cercano.
Lámparas de bajo consumo = menos energía utilizada = menos combustibles fósiles consumidos = menos contaminación ambiental = menos enfermedades = menos calentamiento global... y podríamos seguir la lista de beneficios.
¡Que se te prenda la lamparita! (pero de bajo consumo)