domingo

Una vida de novela


Libro “Las mareas”
Nelly Christmann, profesora de Letras de La Plata habló de todo el trabajo previo a su primera creación.


En el luminoso salón de la Biblioteca Rafael Obligado el frío y la oscuridad de afuera no alcanzaban a la concurrencia que esperaba ansiosa la voz de ella, la de Nelly Christmann. Nelly el pasado sábado 26 llevaba un suéter claro y el pelo corto brillante. La presentación de su primer libro era toda una incertidumbre ya que aún no había llegado a Gesell, sino ese mismo día donde algunos ejemplares descansaban a su lado. Desde las primeras palabras Nelly, docente licenciada en Letras en La Plata, conquistó al público con su reseña de cómo se conectó con el lenguaje oral y escrito.
“Cuando yo nací y me dieron la palmada en la cola y no hablé, porque entonces no sabía hablar. Pero en cuanto aprendía a hablar no hubo forma de hacerme callar, tanto que mi apodo era 'la radio'. Luego me dediqué a leer; durante mi adolescencia hicimos un viaje al sur, por el año '47, desde La Plata hasta Río Gallegos, donde no pasaba nadie sólo los ñandúes. Yo era la niña que iba tirando por la ventanilla del auto los libros que acababa de leer. Eran Colin Tellado, Queen, a medida que terminaba un libro desaparecía por la ventana. Así que fuí sembrando la Patagonia con los libros. Ya ahí me interesó la lectura y seguí Letras. El primer paso para escribir, que es la lectura, ya lo tenía hecho, pero en un principio ejercí de docente y recién ahora, luego de muchísimos años, tuve más tiempo para hacerlo. Así es que con todo este bagaje literario a cuestas y con unos cuantos años de más, empecé a escribir. Vencí la inhibición propia de los aficionados y de los que saben algo sencillamente porque si uno sabe la cantidad de autores que han recurrido a distintos temas, que han utilizado distintas técnicas y que han logrado resultados maravillosos, uno tiene miedo del papelón, de hacer el ridículo. El asunto es animarse.”
Así es que Nelly Christmann comenzó la aventura de escribir debido a ese afán que todos llevamos dentro que es el gusto de contar, contar cualquier cosa, pero transmitir algo a otro: un chisme, una experiencia, un dolor, una alegría, un viaje. Ese deseo de contar es el comienzo de un escrito.
La idea
“Las Mareas”, su primera novela, está centrada en un personaje principal que es su propia bisabuela. Nelly no tiene recuerdos de ella ya que falleció cuando tenía dos años, lo único que tiene es una foto donde se muestra a una mujer muy seria y algunos fragmentos de su admirable historia de vida. ¿Por qué admirable? Porque Marie La Salle, así era su nombre, nació en los Pirineos franceses, había pasado a París como niñera, de París pasó a las Antillas Francesas, al archipiélago de Guadalupe porque su novio había ido allí a hacerse la América. Allí Marie se casó en 1860. Recordemos que aquella zona había sido asolada por piratas, había sido ocupada por ingleses, holandeses, españoles y finalmente los franceses, aparte de los indios del caribe y los esclavos negros que llevaron allí. No se sabe muy bien cómo, pero Marie y su esposo deciden venir a la Argentina, por entonces gobernada por Sarmiento. Estuvieron en el Hotel de Inmigrantes de Buenos Aires y luego con una carreta deambularon por la provincia de Buenos Aires y llegaron a Rauch, donde se radicaron y fundaron la familia. Ya muerto Pierre, su esposo, Marié fue a Tandil y de Tandil a La Plata.
Esa increíble historia de vida es la que impulsa a Nelly a realizar una novela, recreando lo que ella imagina que fue su existencia por diferentes partes del mundo. “Yo sabía eso y nada más. Así que tenía que llenar esos hiatos con episodios, con cosas que yo me podía imaginar. Así empecé a construir este personaje junto con Pierre.”
Las dificultades
Pero ¿Cómo se vive el hecho de tener ganas de escribir algo y las dificultades con que uno se encuentra a medida que uno va escribiendo? La experiencia personal que transmitió Nelly, fue como una guía de problemas y soluciones que le pueden ocurrir a cualquiera que se enfrente con el desafío de pasar de una idea a un escrito: un cuento, una poesía o una novela, como en su caso.
Nelly se encontró con la primera dificultad que era cómo narrar esta historia. “Cuando uno tiene una historia, todavía no es ni una novela ni un relato. Tiene que armarla de alguna manera, tiene que plasmarla en palabras para que surja el relato. Con los hechos solos no basta.”
Entonces, teniendo el argumento y el personaje, Nelly se planteó como estructurarlo. “Porque mi bisabuela vivió hasta los 92 años, a caballo de los dos siglos. Pensemos en que en este siglo pasado, hace unos años nomás, una mujer ya era mayor cuando tenía cuarenta, cincuenta años. A esa edad ya quedaba en la casa relegada o se fijaba en la cocina o en los chicos más chicos o se quedaba sentada en el salón esperando que la vengan a visitar. La primera mitad de la vida de mi abuela era muy activa pero, ¿qué hago con la segunda mitad? Entonces el primer problema a resolver era que orden cronológico iba a seguir; si iba a ser la vida paso a paso o si iba a hacer algún cambio cronológico para que no fuera tan pesada la última parte de la vida. La segunda dificultad la encontré en los diferentes contrastes de los ambientes. Los Pirineos, el positivismo de París, las islas de Guadalupe, la pampas argentinas, los malones... Pero si escribía todo eso era un manual de ciencias sociales, y si describía todos los paisajes era una guía turística... Entonces ni una cosa ni la otra, había que tener ese cuidado. Y la tercera cuestión era cómo entrar en el pensamiento de Marie, en sus sentimientos, como dejar una impronta en el lector, cómo tener una pizca de humor...”

Nelly recreó toda una interrelación de Marie con otros personajes y ambientes y dándole cierta cronología y creándole conflictos, que casualmente, muchas de esas cosas que ella se imaginó luego descubrió que realmente habían pasado. El gran conflicto de la cronología lo resolvió iniciando su novela con una Marie en sus últimos años, que a raíz de un sonido, una sensación evoca su pasado, sus recuerdos, método muy utilizado en el cine y en la literatura más actual. Por ello cada capítulo tiene el nombre pero también el año y el lugar donde transcurre, haciendo que el lector viaje en el tiempo y en la vida de Marie.
Aquella fluctuación entre pasado y presente será el motivo del nombre de la novela 'Las Mareas' “Porque 'Las Mareas' son ese ir y venir de un presente a un pasado. Y ese pasado que deja un rastro de espuma o, en todo caso, alguna astilla de algún naufragio, y que vuelve otra vez y el agua lo vuelve a borrar. Como si fuera una goma que va borrando los episodios desagradables y deja arriba los episodios más lindos.”
¿Para quien?
Una vez que tuvo la idea Nelly se preguntó a quién le podría interesar esa novela. “Entonces pensé que como somos un país de inmigrantes, en cierta manera todos descendemos de los barcos. Porque talvez no sea la inmigración francesa, pero será la italiana o la española o tantas otras, pero todos los que vinieron vivieron circunstancias similares. Y después pensé que los que no son hijos de inmigrantes conocerán otras cosas, otras vidas; cosas que los que viven en la ciudad no se pueden imaginar. Por último pensé que si leían y se entretenían estaba la misión cumplida.”
La voz
Para la voz narradora Nelly eligió la tercera persona omnisciente, también el monólogo interior indirecto, que es cuando se expresa lo que un personaje piensa, pero se expone en tercera persona, y también aplicó la segunda persona narrativa que no es muy frecuente. “La segunda persona equivale a un desdoblamiento del personaje. Es como una persona que va con ella que de alguna manera la amonesta, la interroga, le hace algún comentario. Ese desdoblamiento del personaje es como una conciencia que le va haciendo ver lo que está pasando, lo que podría pasar.”
Todas estas dificultades no las pensó en un principio sino que fueron surgiendo a medida que escribía.
Documentacion y viajes
Para recrear con exactitud Nelly se basó en datos, en documentación. Miró cuanta película francesa recreara la época, indagó en cuadros y libros, y viajó a esos mismos lugares por los que un siglo antes su bisabuela había pasado. Así es como se documentó en el Hotel de Inmigrantes, pero también viajó al Archipiélago de Guadalupe y a Europa a encontrar el pequeño pueblo de donde partió Marie, el pueblo de los La Salle.
Aquellos viajes le dejaron recuerdos increíbles, que no hicieron más que impulsar lo que ya se había gestado en su interior.
'Las Mareas' entonces nació como idea hace cuatro años, cuando se enteró por un primo de la historia de Marie, su bisabuela. “La escritura fue pausada porque cuando me enteré escribí el primero, el último y un capítulo central. Yo sabía cómo iba a empezar, cómo iba a terminar y un capítulo central. Después tuve algunos problemas en la familia y frente a eso ya no tuve interés en concentrarme, el entretenimiento quedaba en segundo plano. Y después pasada esa etapa dije 'para escribir tengo que ir a ver' y en un año nomás escribí todo. Empecé a escribir en marzo, en mayo fui a las Islas Guadalupe. Para septiembre ya tenía muchos capítulos escritos y ahí viajo a los Pirineos y cuando vuelvo sigo escribiendo y para enero la novela estaba terminada. Escribirlo me llevó un año o un poco más, pero con las pausas de los viajes, que me servía para rebobinar, dar un aire y cambiar.”
Mas
Dicen que cuando pica el bichito de la escritura uno no se cura sino escribiendo más, pues parece que esto le pasó también a Nelly quien ya tiene otra historia también un poco vinculada con la historia de su familia.
“Tengo en mente otra historia, no sé si una novela, porque no sé si me va a alcanzar el tiempo para escribirla con todo lo que me gustaría poner. Pero sí creo que el meollo podría estar dado en un cuento que se titularía 'El notario'. Y que va a ser un poco la historia de ese abuelo, el escribano, que se vino de España escapado del destino de seminarista. Tomo el personaje, pero no sería una historia familiar, sino totalmente libre, ficcionada. Inclusive con otras técnicas para narrar, lo pienso en una primera persona.”
Nelly pasó por Gesell y entusiasmó a muchos de los presentes a volcar sus historias sobre un escrito. Muchas de las historias de parientes que se comentaron eran increíbles o como diríamos de novela.
Por último citamos una frase de Nelly que insita a seguir adelante. “Siempre hay que tener un proyecto en mente, sino ¿cómo se vive?”


RETAZOS
El Libro de Nelly Christmann está disponible en la Biblioteca Rafael Obligado para su lectura,
así como también para la compra. Este es un fragmento de uno de sus capítulos

Fiebres - Rauch en 1873
(...) Marie no distingue los rostros que las sombras vuelven borrosos. Tampoco puede identificar las figuras espectrales. Su fiebre puerperal la lleva al delirio. Aborto en la choza antillana, parto prematuro en la carreta de la pampa, por fin en Rauch el alumbramiento de la primogénita. La matrona le acerca un bulto palpitante entre telas y abrigos. Más tarde Pierre aparece tímidamente con su tazón de leche caliente. Son horas inciertas que se estiran y combinan efectos inesperados. ¿Ha venido mamá a verla o acaso es Doña Casimira, la partera del pueblo, quien está a su lado? Palanganas de agua hirviente, trapos húmedos y algunas lágrimas. Llantos, vagidos de niño y un acidulado olor a sangre y sudor se expanden por la habitación.
De estar en Gran Bour, la comadrona ya se hubiera encargado de ayudar a la recién nacida a aferrarse a la vida. Le hubiera frotado con hojas de limonero, de guayabo y de tamarindo, retorcidas en manojos y maceradas en la tafia para tener siempre la protección de esos árboles. Y le hubiera hecho saborear la miga de pan empapada en miel, secreto de toda inteligencia. Después la hubiera envuelto y ubicado en brazos de su madre. Hubiera enterrado el cordón umbilical bajo un joven cocotero y se hubiera ido a preparar ese té de hierbas magistrales indispensable para el vientre atormentado de toda parturienta.
Pero en la pampa otros serán los ritos y Marie piensa ansiosa en la ceremonia doble de bautismo. La de Don Avelino, a la usanza de la Iglesia y la suya, con el ajo y el vino. Marie se deja estar exhausta. Al atardecer, su vecina le alcanzará un puchero y su marido con una paciencia vegetal no se moverá de la casa. Que los animales sepan el lugar que ocupa ahora postergados por un día. No habrá nacido un varón, pero Marie Antoinet Josefine Filomene llenará con creces esa esperanza paterna. (...)