sábado

Cartas de un genio


Charla sobre Silvio Gesell, padre de Carlos, fundador de la Villa

Durante septiembre, denominado el mes del patrimonio, se realizó una charla sobre la vida y obra a través de algunas cartas de Silvio Gesell. Silvio fue el padre del fundador de la ciudad y justamente en homenaje a él se llama Villa Gesell.

La disertante fue Vanesa Ghiguly, guía del Chalet de don Carlos. La charla fue escuchada por no más de quince personas, todas ellas mujeres de diversas edades y contó con la presencia de la propia hija de Silvio, Sonja Tomys.
Vanesa Ghiguly en el 2004 realizó un trabajo pequeño, pero también ha trabajado durante todo el invierno del 2006 y 2007. Ella domina el idioma alemán por su familia, ya que su padre es alemán. Eso sirvió para que durante estos lapsos realice las traducciones de las cartas de Silvio Gesell.

“Hay muchísimo material.” contó Vanesa a El Pensadero “Las cartas de Silvio yo las traduzco de un libro que está publicado en Alemania por Werner Onken. Lo que Onken hizo fue hacer una publicación de las obras completas de Silvio todas en alemán, tanto las que fueron escritas en alemán como en español. En total forman 18 tomos. El último tomo es el único que es inédito y está sin traducir. Son cartas que él recopiló en Europa, mayormente son cartas que Silvio dirige a sus seguidores, a Anna o a Johana. Son los manuscritos originales.”

Vanesa empezó a trabajar sobre eso y sobre material que está en el Chalet de Don Carlos.

Vanesa Ghiguly brindó la charla advirtiendo que no sabe mucho de economía, pero entendiendo que lo que Silvio Gesell propone es bueno para el futuro y la paz. La exposición se basó en el relato de la vida de Silvio intercalado con fragmentos de cartas escritas por él.

El Pensadero rearmó la charla para aquellos tantos que no pudieron asistir y para los que no están al tanto de quién fue el padre de Don Carlos, agregando apenas algunos otros datos.

Pequeña reseña de su vida

Silvio Gesell nació 1862, en un pueblo llamado St. Vith, que hoy en día es Bélgica. Está en la frontera de lo que era Bélgica, Prusia y Luxemburgo, todavía Alemania no existía como un país. Al estar en la frontera y debido a cambios a veces fue Belga, a veces fue Alemán.

El padre de Silvio Gesell, Ernesto Gesell, era un prusiano protestante y su mamá, Matilde Talbot, era una valona católica. Se crió con los dos estilos: el católico y la ideología protestante; con bastante libertad en una familia con nueve hermanos, con mucho amor, gente muy unida. Su padre era un recaudador de impuestos del Reino de Prusia y sufrió un robo por lo que tuvo que trabajar para devolver el dinero. Por ello su hijo, Silvio, sólo pudo ir a primer año de colegio secundario y después tuvo que dedicarse a trabajar. Al principio trabajó tres años como empleado del Correo del Estado y luego en negocios de artículos odontológicos.

Silvio a los veinte años irá a España, a Málaga a trabajar en los ramos comerciales de bodegas y orfebrería. Silvio de pequeño dominaba el francés y alemán, y es en esta estadía donde aprenderá a escribir, hablar y leer perfectamente en español.

Dos años después vuelve a Alemania, realiza el servicio militar y actúa en servicios familiares de artículos odontológicos en Berlín. También se desempeña en las áreas de fábrica de máquinas de coser y transportes marítimos. En el año 1887 viene a la Argentina con una valija con instrumental para dentistas. Encuentra que es un muy buen mercado porque era un producto que nadie mas que él ofrecía, por lo que logra vender enseguida toda la mercadería. (ver fragmento de carta Nro. 1 en esta página)

Vuelve a Alemania, consigue que los fabricantes le entreguen material y regresa a Argentina. En ese viaje a Alemania conoce a una mujer, Anna Böttger, cinco años mayor que él.

Al regresar a Argentina funda la “Casa Silvio Gesell” sobre la calle Tucumán en el centro porteño. Silvio manda a llamar a Anna, se casan en Montevideo y se establecen en Buenos Aires. Con ella tuvo cuatro hijos: Ernesto Fridolín, Anita, después Carlos (quien será el fundador de Villa Gesell) y Juana. También tendrá hijos con otras mujeres. Tendrá un hijo con Jenny Blumenthal, con Grite Sierran tendrá una hija y con Wanda Tomys tendrá tres hijos: Tito, Dodo y Sonja.

Anexará a su negocio artículos de farmacia, artículos odontológicos y artículos para bebés. Crece su actividad y también incorpora a sus negocios una fábrica de cajas de cartón para uso del comercio local.

En 1911 vuelve a Europa, habrá de residir sucesivamente en Alemania y Suiza, así como también realizará continuos viajes a Argentina, donde vive de manera permanente su familia.

Cuando comienza con sus escritos económicos deja el negocio, Casa Gesell, en manos de su hermano Ernesto y vuelve a Europa porque él se da cuenta que América no es un buen lugar para estas teorías. Allí en Europa estaría la tierra donde pudieran germinar estas ideas.

Entonces se instala en Suiza, en una granja, donde vivía tal cual los principios de la fisiocracia a la cual Silvio adhería. Desde el punto de vista de los fisiócratas la riqueza estaba dada por la tierra. Por lo que se dedica al cultivo.

Allí comienza sus primeros estudios sobre economía social y sus primeros escritos en Europa. En 1907 vuelve a Buenos Aires porque fallece su hermano y vuelve a hacerse cargo del negocio, por lo menos hasta preparar a sus hijos varones para que se puedan hacer cargo. Como sus hijos aún eran jóvenes se queda unos años. Pero cuando siente que sus hijos ya estaban maduros para hacerse cargo del negocio, él quiere volver a lo que se estaba dedicando que era la granja, el estudio de la economía y una vida tranquila.

Vuelven a Europa a Eden en Alemania a una colonia agrícola cerca de Berlín. Esta colonia se había formado por gente que adhería a la fisiocracia. Se dedicaban al cultivo de la tierra y eran autosuficientes. Éstos también van a ser los primeros que van a adherir a su teoría económica. De todas formas Silvio Gesell va a ir y venir a Buenos Aires muchas veces, aunque la mayor parte de la guerra la va a pasar en Suiza porque es pacifista.

En 1919 Silvio Gesell formó parte del efímero gabinete soviético de Baviera como Ministro de Economía. Pero no duró más de siete días ya que el gobierno fue derrocado. Silvio fue detenido y encarcelado por varios meses: era acusado de traición a la patria. Él ejerció su propia defensa y fue absuelto.

Silvio Gesell viaja a Alemania y se enferma de neumonía. Finalmente fallece el 11 de marzo de 1930.

Esta es a muy grandes rasgos la vida de Silvio, pero vamos a su teoría económica...

Teoría económica.

Cuando su hijo Carlos era pequeño sus primeras publicaciones empiezan a ver la luz. Silvio se dedica a estudiar cómo afectaba la economía del país al negocio que él había establecido. La economía Argentina sufre una de sus primeras crisis que va a terminar en 1890 cuando cae el presidente Juárez Selman . Esta crisis se debía a que se había emitido papel moneda en forma indiscriminada, que no tenía sustento y es lo que hace que empiece a fluctuar la economía. Silvio observó eso y empezó a estudiar desde su punto de vista, como comerciante, cómo todo eso lo afectaba a él. Así empezó a organizar sus ideas y a elaborar una teoría que finalmente él iba a publicar en su obra máxima que es “El orden económico natural por libre moneda y libre tierra.”

“Silvio habla de que en el capitalismo los partidos políticos dicen que todo lo van a cambiar, que ‘nosotros somos los mejores’, pero que nadie tiene un programa económico real, nadie nunca se tomó el trabajo de estudiar al dinero.” dijo Vanesa “Hablan que la macro, que la micro economía, pero del dinero en sí, su uso y su razón de ser. Nadie estudió la verdadera esencia del dinero. Él lo que va a plantear es que el dinero perdió su verdadera esencia que era ser un medio de intercambio. El dinero en realidad se inventó en su momento, hace cuatro mil años para evitar que la gente llevara al hombro los bienes que podía cambiar. Luego eso se fue desvirtuando. A Silvio le llama la atención que hace cuatro mil años que el dinero existe y sea la materia de la que menor conocimiento se tenga; que la verdadera esencia del dinero nadie la conozca. Que todos hablan en contra o a favor del capitalismo, del comunismo, pero que no haya ninguno que vislumbre la verdadera base. Silvio Gesell dice que el capitalismo debe cambiarse, los propios capitalistas lo reconocen, que el comunismo es posible en un ambiente cultural embrionario, pero que siempre va a haber fracasos porque falta verdaderamente esto. Habla que toda la evolución de la economía llevó a un estado tal cual hoy lo conocemos pero que esto debe seguir evolucionando en el capitalismo en el que estamos insertos”

“Mi padre decía que al dinero lo que lo mueve es la rentabilidad” dijo Sonja Tomys, presente en la charla con la tonada alemana en la voz “Pero la rentabilidad nunca es segura. Cuando hay mucho capital, la rentabilidad baja y por eso la falta de crecimiento. La rentabilidad baja y entonces ya no vale la pena invertir. Entonces la gente retiene el dinero. Porque somos grandes imitadores, lo que hace el más conocido lo copiamos y entonces se entra como en un tobogán. Eso es lo que pasó después de la primera guerra, apenas se había devuelto la economía nadie podía pensar que podía suceder.” Aunque Silvio si lo previó (ver fragmento de carta Nro 7).

La teoría económica de Silvio Gesell se enseña en universidades y es reconocido mundialmente. “En algunos lugares en Europa” dice Vanesa Ghiguly “también hay gente en Buenos Aires que lo estudia a Silvio. Acá no está tan arraigado. Onken que es el más capo, el que tiene toda esta obra y el que empezó con toda la biblioteca de Silvio, él da clases en la universidad de Alemania. Después en universidad de Sapporo, en Japón. Y en EE.UU. también se estudia. Son lugares muy puntuales.”

¿Cómo es trabajar sobre las cartas de Silvio?
“Es alucinante.” dice Vanesa sonriendo “No te podes imaginar que una persona hace cien, ciento cincuenta años atrás que tenga ese tipo de espíritu. Uno se imagina a la gente mucho más encorsetada. Él había elaborado una teoría y era súper moderna para ese momento. Además, más allá de lo moderna que era, lo que es bueno de ver de su teoría y es bueno de compararlo con su correspondencia personal, es que te muestra al personaje tal cual es, te muestra a un tipo con un espíritu súper amplio y noble. Eso es lo bueno. Además muy divertido para escribir, un humor muy especial. Me gusta Silvio.”

¿Estás preparando una publicación de las traducciones?

“Yo quisiera, a mí me encantaría. Yo quiero publicar algunas cartas traducidas con una pequeña biografía que muestre al personaje. Algo que apunte a su personalidad y no tanto a su teoría, porque de eso hay.”

Aquellos que le interese saber más sobre la teoría económica de Silvio Gesell, puede consultarlo en la biblioteca del Chalet de Don Carlos, que posee los 18 tomos aunque están en alemán. Pero también se puede acceder a la página web www.sozialoekonomie.info Allí en el icono de lenguajes, se pueden obtener algunos de los artículos que hay en la página traducidos al español o inglés, en ellos entendidos en la materia analizan y explican los trabajos de Silvio Gesell. En el próximo número de El Pensadero publicaremos algunos extractos para los que no pueden acceder a esta información.

Al finalizar la charla Vanesa dijo que dio esa charla ya que septiembre era el mes del patrimonio y dijo “Si toda la humanidad se detuviera un ratito y leyera lo que Silvio proponía, se darían cuenta que no es algo descabellado. Que se puede aspirar a tener una economía sana, donde no exista pobreza, donde no exista falta de dinero porque hay grandes capitales acumulados. Que es lo que él postula si guardar la plata significa hacer una inversión para guardar cualquier otro bien, en cambio el dinero es algo que puede ser guardado y que encima produce intereses que Dios sabe de dónde salen.”

“Del trabajo ajeno” agregó Sonja Tomys, afirmándolo todos.

“Entonces es muy bueno saber” dijo Vanesa “que existió gente que propuso muchas cosas que llevarían a la justicia social, a eliminar las diferencias y a eliminar la pobreza y todas las cosas de las que tanto nos quejamos pero que podríamos levantarnos en contra de lo que hay, pero que la única forma es conociendo.

El patrimonio de todos nosotros son los bienes que poseemos. Existen bienes materiales, el patrimonio de toda la comunidad es esta casa (el Chalet de Don Carlos), los bosques, la playa. Pero también existen bienes intangibles, existe también un patrimonio intangible que es realmente lo que hace a nuestra esencia. Creo que Silvio Gesell pertenece al patrimonio de los geselinos por razones obvias. Porque existe la ciudad que existe, de la manera que fue fundada y que evolucionó porque vino acá un señor que un día fue un niño, que fue criado por este buen hombre con esas ideas. Me parece que además de ser importante Silvio para nosotros como geselinos por todo esto, me parece que es patrimonio universal de la humanidad.”

El Pensadero no quería perder esta oportunidad de mostrar al menos una parte de este hombre, a través de esta charla. Para difundir y para que les surja la inquietud de indagar en los pensamientos de un hombre que por sobre todas las cosas amó profundamente la paz, la naturaleza y que creía y buscaba el bienestar de todos. Un hombre que está enlazado a la historia de los geselinos, pero que sería bueno que conozcan todos.

Rescatamos un último párrafo de las palabras finales de Vanesa.

“Si todos pudiéramos indagar en la teoría económica de Silvio, si todos pudiéramos liberarnos un poco de las ataduras de todo lo que la sociedad nos tira y nos dice que debe ser. Si todos nos sentáramos y nos planteáramos: ¿por qué tiene que ser así? ¿No puede ser diferente? ¿No puede ser como Silvio Gesell dijo? Quizás algún día la humanidad se salve. Esperemos.”

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Fragmento

Carta que escribe Silvio tras haber llegado y vendido rápidamente su valija con el instrumental. Silvio le escribe a sus padres Ernesto Gesell y Matilde Talbot desde Buenos Aires en 1887

“Inventario: 48.000 marcos con un saldo de 32.253 marcos a mi favor, lo cual es muy ventajoso. Proyecto: en abril viaje vía Chile. Visita a la querida Amelíe; San Francisco, Hermann, Filadelfia, New York, London. Y acto seguido desembarcar con todas las bendiciones en el paraíso terrenal. Ya me estoy alegrando mis queridos padres de volver a verlos bien. Seguro me quedaré allí hasta que me echen como en su momento fue expulsado del paraíso el bueno de Adán. Una vez más quiero apoyar la cabeza sobre el regazo de mi madre y recordar los tiempos en que ella me acariciaba la frente. ¡Qué sensación celestial en ese entonces! La salud de papá: cuidado con la comida. Atenerse principalmente a la ingesta de frutas y verduras, muchas manzanas y todo tipo de frutas. Abstenerse de azúcar o alcohol, pero en los paseos abstenerlos como sea posible. Abundante comida, papas, zanahorias, higos, uvas, dátiles. Sólo tres comidas al día.”

Fragmento

Carta que le escribe Silvio desde Berlín, Alemania a su hijo Carlos cuando éste tenía 39 años, recordando el primer cumpleaños de su hijo. Por entonces Carlos estaba en Buenos Aires, faltaba un año para que Carlos comprara las tierras donde será Villa Gesell.

“Recordé que no falta mucho para mi cumpleaños” escribe Silvio a su hijo “ y así caí en cuenta que sos seis días más joven que yo, por su puesto que sólo en el calendario de los cumpleaños. En los cumpleaños de sus hijos a los papás les gusta volver en sus pensamientos al primer cumpleaños. En tu caso ya tengo que remontarme a 39. En ese entonces yo tenía 29 años y mamita estaba sana y alegre. Vivíamos en la calle Paraguay 3033, ahí donde más tarde se construyó el hospital de niños, sobre las más altas cimas de las colinas alrededor de Buenos Aires. Ciertamente más de veinte mil milímetros sobre el brillante espejo de la Plata. En tu cumpleaños tomamos con el tío Hermann una botella de cerveza a tu salud y por un buen viaje a Idaho, hacia donge Hermann se embarcó al día siguiente. De ahí tu nombre. Teníamos el firme propósito de seguirlo en breve por eso habíamos comenzado a liquidar el pequeño negocio. “En dios confiamos, Idaho o reventamos”. Así decíamos entonces, pero el plan tan largamente acariciado nunca se concretó. Obviamente en tu primer cumpleaños eras un poco más pequeño que hoy, pero cambiaste muy poco. Sobre las rojas baldosas marsellesas del patio hiciste tus primeros intentos de movimientos de avance; pero no sobre los pies sino a través de hábiles maniobras de ambos cachetes traseros. Eso colmó largamente tus planes de viaje. Pero luego un día te paraste y corriste por el largo patio ida y vuelta sin nunca más cansarte ni caer.”

Silvio le escribe a Anna sobre su hijo Carlos. Al parecer tenían un caballo que se les murió por comer alguna hierba venenosa por lo que Silvio compró otro del cual dice:

“Puede ser utilizado como montura los domingos y Carlos se alegra. Quiere indagar por sitios solitarios con su trompeta sin peligro que los muertos resuciten, por que es un dolor escucharlo cuando practica.”

Fragmento
Silvio Gesell le escribe para navidad a Blumenthal que fue uno de los primeros que adhirió a su teoría económica y con el cuál hacía un pequeño periódico llamado “El Fisiócrata”. Escribe esto desde Argentina cuando había vuelto a hacerse cargo del negocio.

“Estoy muy ocupado. Sin embargo, siempre tengo el tiempo suficiente para expresarles mi deseo de corazón para la navidad y el año nuevo. Que Dios lo proteja en su lucha contra el capital y que el diablo se lleve a los capitalistas.”

Fragmento

Cuando llega a Alemania les escribe al Sra. y la Sr. Blumenthal y les envía una foto que le habían dado cuando pasó por su pueblo natal. En esa foto se ve la casa de su familia y Silvio escribe sobre la foto: “La casa grande fue escrita por mi bisabuelo. Acá me he encontrado aún con muchos viejos conocidos. Pese a que ya hace treinta años que no había estado por allí, algunos me han parado por la calle: ‘a vos atorrante te conozco’ y se alegraron todos de ver a la oveja católica perdida”.

Fragmento 4

Escrita a Blumenthal desde Eden el 31 de diciembre de 1914

“Querido amigo, si los pueblos pudieran elevar sus ojos al cielo estrellado que pequeñas e indignas le parecerían entonces todas las disputas en la tierra, cuán rápidamente se reconciliarían entonces. Paz. Este es mi deseo y mi saludo”


Fragmento

Carta que escribió Silvio Gesell en 1918 a un diario de Berlín, después que se firmó el armisticio que terminó con la primera guerra mundial. Traducida por Sonja Tomys, hija de Silvio.

“A pesar de la sagrada promesa de los pueblos de proscribir la guerra por todos los tiempos, a pesar del grito de millones ‘nunca más guerra’, en contra de todas las esperanzas de un futuro más hermoso, tengo que decir: si el actual sistema monetario y la economía basada en la rentabilidad es conservada me atrevo a firmar, ya hoy, que no pasarán veinticinco años hasta que nos encontremos ante una nueva aún más terrible guerra. Ya veo la evolución claramente ante mí. El nivel actual de la técnica permite llevar a la economía rápidamente a un record de producción. La formación de capital se producirá con rapidez, a pesar de las grandes pérdidas causadas por al guerra y con una oferta mayor, deprimirá las tasas de interés. El dinero será entonces retenido, el espacio económico se reducirá y grandes ejércitos de desocupados estarán en la calle. En muchos postes que marcan las fronteras habrá carteles con la leyenda: ‘a quienes buscan trabajo no se les permite entrar al país, sólo los holgazanes con sus bolsos repletos de dineros serán bienvenidos.’ Como en tiempos antiguos se volverá a pensar en el robo de tierras y para ello habrá que volver a fabricar cañones; se tiene al menos trabajo para los desocupados. En las masas insatisfechas se despertarán salvajes corrientes revolucionarias y también la venenosa planta del hipernacionalismo volverá a crecer descontrolada. Ya ningún país podrá atender al otro y al final sólo podrá ser otra vez la guerra.”