sábado

“No creo tanto en los hombres, pero sí en la justicia"


VII Semana de la Memoria
Estela de Carloto visitó la ciudad y dejó sus ideas.

En el marco de La Semana de la Memoria que se desarrolló en Gesell en septiembre pasado, nuevamente recibimos la visita de Estela de Carloto. Hubo diversos actos, pero en el que se realizó en el CEMAV de nuestra ciudad, Estela habló nuevamente desde su eterna tarea. La institución de la cual ella es presidenta este mes cumple treinta años desde su fundación.

Durante el acto la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo habló en su discurso sobre su lucha, sobre su historia, con la sencillez que la caracteriza, el tono justo, firmeza y aliento. “Es una cosa durísima” dijo Estela “porque muchas abuelas se han enfermado, otras ya no están y otras seguimos. Con una especie de porfía siempre con amor nunca con resentimiento. A veces la gente dice ¿qué quieren?. Queremos verdad y justicia, con amor nunca con violencia. Yo pongo el ejemplo: yo sé quien asesinó a mi hija, ella tenía 21 años cuando la mataron, le habían quitado un bebito que había nacido durante su cautiverio. Yo después me enteré. Yo sé quién la mató, un compañero tan salvaje como él, lo denunció. Pero nunca se me ocurrió ir a buscarlo para tomar venganza. Yo creo en las leyes, en la justicia; no tanto en los hombres pero sí en la justicia.”

Estela contó como fue al principio, cuando se formó la fundación “Por supuesto que teníamos miedo.” reconoce ella “Si los ford falcon sin patentes con facinerosos adentro recorrían las calles lenta y agazapadamente para ver a quien cazaban: porque era una cacería. La ciudad de La Plata, una ciudad universitaria y obrera fue de terror. Pero nos dijimos no vamos a quedarnos quietas, eso lo hicimos en forma individual. Voy a salir, voy a golpear puertas. No hubo respuestas. Después nos dimos cuenta, podemos desaparecer, vamos a cuidarnos. Entonces miramos quien había en la esquina, si había una persona rara. En fin, toda una práctica que hasta el día de hoy tenemos. Porque nos queremos seguir cuidando. Yo siempre cuento que hace unos años atrás me quisieron matar y estábamos en etapa constitucional... Quiere decir que esa mafia existe. Porque existe el secuestro de López, que en septiembre va a ser un año. López, porque declaró y puso sobre la justicia toda su historia y fue muy determinante. De mucho peso fue su declaración. Podía haber muchos más López que fueran a declarar entonces secuestrarlo significaba meter el miedo. Y para que los que tenían que declarar en otros juicios piensen “no, yo no voy porque me puede pasar lo mismo”. Pasó todo lo contrario. Todos los testimoniales que se están haciendo a un cura, a Von Wernich, que también es un asesino, están yendo a pesar que pueden correr peligro. Porque a esa mafia, que existe todavía, hay que decirles: no le tenemos miedo, vamos a seguir igual. A esta mafia hay que combatirla. Y hay que combatirla con actos como este, donde estemos juntos conversando, compartiendo. Y diciéndole sobre todo a los jóvenes, que son el desvelo de las abuelas, a los que queremos dejarles un país mejor.”

Luego del acto El Pensadero se acercó para hacerle algunas preguntas más. Le preguntamos cómo está la memoria en la Argentina y Estela, esto nos decía: “La memoria está funcionando, hay que cultivarla. Porque algunos quieren que tengamos desmemoria y no hay que darle el gusto, no hay que permitirlo. Además en todo el país se recuerda la dictadura militar, se ha llevado a las escuelas, el tema está vigente. Se está educando y formando en el derecho a la identidad, que es el derecho a saber quienes somos y que nos pasó. Y hay espacios donde los desaparecidos de cada lugar, se los recuerda, se los reivindican. Los familiares de los desaparecidos están en movimiento. O sea que la memoria está instalada en la Argentina y hay que seguirla cultivando. En cada espacio donde hubo un campo de concentración, se va a abrir un espacio de memoria. Es en todo el país.”

¿Desde afuera del país como nos ven?

“Ahora estoy viajando a Francia, porque en el centro de París se va a inaugurar una plaza que se iba a llamar Abuelas, a pedido mío se va a llamar Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. O sea que en París también vamos a estar. Estamos en todo el mundo, en el mundo consciente, en el mundo solidario, en el mundo que no quiere que esto se repita y que recuerda también sus propios problemas.”

En cuanto a Julio López ¿qué reflexión le merece?

“Lo de Julio López es terrible, es un desaparecido más, un dolor, una búsqueda. Nosotros somos parte de esa búsqueda y ese reclamo. Esperamos que esté con vida y lo liberen. Y si no que todos aquellos que hicieron este secuestro atroz paguen con todo el peso de la ley. Pero hay que seguir buscando, porque esa mafia está muy bien escondida, muy bien preservada y corporativamente silenciosa.”

¿Cómo se hace para después de tantas cosas que pasaron dar un mensaje positivo y pacífico?

“Nosotros hacemos un trabajo desde el amor y el gran orgullo que sentimos por nuestros hijos. Estamos buscando para ellos que el mundo conozca quienes fueron y por qué dieron la vida. También va en la institución que presido, que es una institución que encuentra la vida. Encontrar la vida es lo más maravilloso. Darle libertad a un joven, restituirle sus derechos es un acto de reparación para él y para toda la sociedad. Y para nosotros somos un milagro. Por eso creo que las abuelas somos alegres. Hoy nos han regalado unos pastelitos que mañana los vamos a disfrutar como si fuera un cumpleaños. Porque siempre tenemos ese ánimo y yo digo que es por la presencia de nuestros hijos y por el orgullo de nuestros hijos.”

Palabras que nos hacen pensar, palabras de lucha pero no violencia. Porque no sólo hay que pensar en el pasado, sino también pensar en como ejercemos el presente, tratar que el dolor no nos obnubile la razón.

Estela de Carloto ofreció a los alumnos de la EDEM de Gesell algunas revista de las abuelas y libros: “Identidad, despojo y restitución” de Matilde Herrera y Ernesto Tenenbaun; y“Botín de guerra” de Julio Nosiglia. También les entregó, enmarcado, un pañuelo de los que tantas veces usaron y usan las Abuelas de Plaza de Mayo. Buen material para aprovechar, para que los estudiantes lean, para que se debata, para seguir ejerciendo la memoria.