miércoles

Navidad toc-toc-toc contratapa

Aquí vamos... Días antes de la navidad, todos activan sus motores. La gente se muestra nerviosa, se escuchan los primeros bocinazos en la avenida tres apenas se acumulan unos pocos autos. Parece haber más habitantes en la villa; todos corren de un lado a otro comprando los regalos que siempre cuestan más de lo pensado.

Bombachita rosa para las mujeres, la sidra o champagne, los turrones, el pan dulce, budines, las lucecitas que siempre tienen un tramo que no funciona, ¿Cuánto están las nueces y almendras? ¿Dónde nos reunimos? ¿Quién se encarga del postre?

Se saca del altillo la caja que indica “cosas de navidad”. Más de la mitad dan lástima, pero el ama de casa sabe en que parte del arbolito ponerlo para que no se note.

Todo se viste de invierno en pleno verano. Las vidrieras tratan de simular nieve y muérdago. En una ciudad llena de pinos, casi todos son de plástico, como si el pino natural no sea lo suficientemente contundente para representarse a sí mismo.

El papa Noel se adapta a cada casa y nunca es acorde al comportamiento de los niños durante el año. Los padres sufren que los regalos les gusten a los chicos, porque nunca se sabe: lo más seguro es que les guste el regalo más simple y no el más caro.

La televisión y la radio se inundarán de villancicos y recorrerán el mundo para mostrarnos que, salvo en el tamaño de la decoración, estamos todos más o menos en lo mismo.

Sin embargo, para algunos de los geselinos, la navidad representa el último respiro antes de sumergirse en la temporada.

Ya habrá quienes digan que la navidad es una gran excusa comercial o que Papá Noel es un invento de la gaseosa cola más conocida. Pero para otros, religiosos o no, la navidad representa una excusa sí, una excusa para estar todos juntos y festejar...

Para Hernán y Juan es el momento de preparar el mejor asado del año. Ale se pondrá una remera ajustada que lucirá luego cuando salga a bailar, Gusti estará preocupado por comunicarse con su novia con las líneas ocupadas. Geral cocinará una receta nueva. Facu y Martín, aparte de comer mantecol, tratarán de sonsacar a los adultos que regalos les tocan este año. Liliana preparará su famoso y delicioso postre de ananá. Javi crecerá dos centímetros. Hugo tendrá el momento que esperó durante todo el año para golpear bajo la mesa “toc-toc-toc, ¿Escucharon? ¿habrá llegado Papá Noel?”, aunque ya no haya pequeños en la familia que lo crean. Harry, el perro más inteligente del mundo, correrá a esconderse donde quepa aterrado por los estruendos de los fuegos artificiales. Y para otros, como yo, esperaran disimuladamente más ansiosos que los niños a que lleguen las doce para poder ver que hay dentro del papel de regalo que siempre, siempre debe romperse para atraer a la buena suerte.

N.R.: Piense en esta navidad un regalo original, no costoso. Piense en que sabe hacer y regale algo hecho por sus propias manos o algo que sea más significativo que económico. Si no puede, escriba una carta o simplemente pase estas fiestas con quien más se sienta a gusto y disfrute de estar simplemente festejando.