miércoles

La Solución en Pastilla



El Pensadero indagó sobre un tema cotidiano, la automedicación y para ello dialogó con el doctor en pediatría Daniel Arbizu.

Si uno se sienta a ver la televisión, pareciera que existen todas las respuestas y éstas vienen en forma de pequeñas pastillas: blancas, mixtas, grandes, pequeñitas. La verdadera solución, en pastilla. Para la caída del pelo, para broncearse, para bajar de peso, para el dolor de cabeza, de panza, muscular, para el fortalecimiento de las uñas, complejos vitamínicos, para elevar la estructura muscular, para dormir, para despertarse.

Claro las publicidades, lo muestran continuamente, la solución es sencilla, casi no tenés que consultar a nadie, se toma esa pastillita y listo, conseguís algo que según se ve se asemeja bastante a la felicidad.

Pero ¿hay riesgos en la automedicación? A El Pensadero le interesaba este tema en esta época moderna donde no hay tiempo para esperar resultados, los efectos tienen que ser rápidos, ya. Donde lo importante es estar bien, verse bien, dejar los problemas para más adelante.

Para realizar esta nota El Pensadero dialogó con el médico pediatra Daniel Arbizu.

Primero tendríamos que decir que automedicación es consumir una droga sin una indicación o criterio médico, aún de las denominadas de venta libre. El porcentaje de medicamentos de venta libre, es decir sin prescripción, sin receta médica es relativamente bajo. Sin embargo, aún los medicamentos de venta libre, pueden provocar perjuicios a la salud si no son controlados.

La famosa aspirina

La aspirina fue talvez el primer indicador de lo que fue la automedicación. Según nos dice Arbizu la aspirina, ácido acetil salicílico, fue una droga de venta libre siempre. De hecho una de las primeras automedicaciones que existieron fue justamente la aspirina, la bayaspirina, la cafiaspirina y en pediatría la aspirineta, todas drogas con ácido acetil salicílico.“Porque antes esa medicación se usaba a modo mágico.” dice el doctor “Si el chiquito estaba nervioso se le daba una aspirineta, si estaba decaído una aspirineta, después del baño para que no le agarre un resfrío se le daba una aspirineta. Cualquier motivo justificaba la medicación. Y eso se dio hasta hace unos años, cuando desde el punto de vista médico se empezó a tratar de controlar. No es fácil porque los medios publicitarios incentivan, todo por una cuestión de dinero. Las campañas publicitarias se hacen simplemente porque hay una ganancia detrás. Y hace que una empresa monstruo como era Bayer ponga tanto y la publicidad salga al aire. ¿Cómo parabas vos una inducción que era directa, ni siquiera subliminal? Una información que vos la recibías y la hacías. Por ahí el médico podía decir ‘eso no se hace’, pero la información era muy intensa por los medios y la creencia popular ya era parte de esa indicación, formaba parte de la cultura. Entonces la persona decía ‘claro el médico lo dice porque lo tiene que decir’ y lo daban igual.

Pero el problema pasa por la cantidad de dinero que hay detrás de eso que es imparable. Hasta que el Estado se moviliza consciente y responsablemente pasan años; porque el Estado es una tortuga moviéndose: por las burocracias, para realizar los dictámenes, en fin...”

¿La automedicación de algo tan popular como la aspirina puede traer consecuencias negativas?

“Sí. Empieza a tomarse conciencia cuando desde la medicina se advierte que un síndrome gripal producido por el virus influenza, que es el virus de la gripe, asociado a la ingesta al ácido acetil salicílico, que es la aspirina, produce una enfermedad llamada sindrome de reyé. Y que esa enfermedad producía una disfunción hepato-renal. Alteraba las funciones del hígado y el riñón. Que podía ser reversible, pero que tenía un índice de mortalidad altísimo, el cuarenta por ciento. Es muy infrecuente, pero cuando se da el peligro de muerte es muy alto.

El sindrome de reyé lentamente se fue controlando porque los médicos informaron que esa automedicación no se debía realizar. Pero también coincidió con la aparición de otras drogas como el paracetamol, el ibuprofeno con una alta competencia en el mercado entre ellos.

La certal también es otra medicación que se sigue utilizando como la aspirina. Porque vos empezás con algo tan simple como un yastá y seguís con una buscapina. La gente ni siquiera sabe la diferencia entre uno y otro, piensa que es la misma cosa con diferente nombre.” Y es un grave error.

A la aspirina la gente no la reconoce como droga ni reconoce que, como tal, tiene efectos adversos y debe administrarse bajo indicaciones específicas. Utilizar estos comprimidos sin prescripción médica y en forma reiterada, puede traer consecuencias de gravedad, como hemorragias digestivas, reacciones alérgicas e incluso provocar la muerte.

¿Y con respecto a los antibióticos?

“En los antibióticos talvez ahora la gente está tomando un poco más de conciencia en pediatría. En los adultos no. Si a la persona le duele la cabeza y toma una aspirina no está mal. Si la persona es responsable se tiene que dar cuenta que si el dolor persiste debe concurrir al médico y no seguir tomando. Algunos no llegan a ese nivel de conciencia, se toman una novalgina y si siguen mal se compran un amoxidal.”

Únicamente los antibióticos son recetados por el médico en caso de que exista una enfermedad bacteriana. No tienen ningún efecto positivo cuando la enfermedad es de origen viral, como el resfrío común o algunas gripes.

Tomar antibióticos cuando se está resfriado no sólo que no mejora la situación del enfermo sino que mata su flora intestinal con lo cual el organismo queda desprotegido.

Estudios muestran que el 88% de la población toma antibióticos al menos una vez al año, y un 25 al 30% de los envases vendidos son por autoprescripción, es decir, sin control médico. En muchos casos no están indicados, ni se toman las dosis adecuadas ni con la duración necesaria.

¿Qué problemas surgen entre la automedicación y el diagnóstico?

“En pediatría se entra en un terreno muy especial porque cualquier enfermedad infecciosa puede terminar siendo una meningitis. Y la meningitis es una enfermedad que da algunos síntomas con la patología muy florida, pero cuando es sutil en su inicio, lo percibe el médico y a veces le cuesta hasta al médico.

Pero cuando se hace una automedicación en un pequeño, el riesgo de que ese pequeño esté cursando ya una meningitis es muy alto. Y ahí, mediante la automedicación, se oculta los síntomas más importantes y la enfermedad evoluciona más lentamente, pero evoluciona.

La meningitis o la apendicitis, son dos de las patologías que pueden estar ocultas detrás de un antibiótico o un antiespasmódico: buscapina, certal. Consumir una buscapina, por ejemplo, en la evolución de una apendicitis es fatal.

Cada enfermedad tiene uno o varios síntomas que le es particular, hay rasgos o características muy, muy diferentes, de determinadas patologías. Sobre la base de esos síntomas el médico interpreta. A esos síntomas se los puede ocultar con determinados medicamentos. Lo bueno es que muchas veces el adulto se sincera, pero en muchos casos no lo hace por temor, por sentido de culpa.”

La automedicación puede, además de enmascarar una enfermedad, puede provocar efectos adversos, prolongar o agravar la enfermedad, pude generar una propensión o resistencia a los medicamentos empleados, facilitar el contagio y fomentar la drogadependencia.

¿Entonces en la automedicación hay riesgo de vida?

“Si, en muchas automedicaciones hay riesgo de vida. Total.

En el caso de la aspirina, por ejemplo, te duele la cabeza y te tomás una. Ahora si te sigue doliendo y tomás otra y otra y otra. Llega un momento en que algo diferente debe estar pasando. Ahí está la responsabilidad del paciente en consultar o no consultar. Si sigo consumiendo, se me hace una úlcera gástrica. Entonces tengo dolor de cabeza y además una ulcera gástrica. Eso sería porque la persona sería extremadamente irresponsable.”

Existen fármacos que ocasionan efectos negativos en pacientes que padecen enfermedades tales como diabetes, hipertensión arterial, asma, úlcera, gastritis, etc.

“La automedicación es riesgosa.” enfatiza Arbizu y agrega “Pero la medicación hacia un hijo sin indicación médica es doblemente irresponsable, mucho más grave.”

Según el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires los remedios son la principal causa de intoxicación y producen el 29 por ciento de los envenenamientos. Muchos de estos casos se producen al equivocar la dosis, la frecuencia o incluso, la droga. Sobre el registro total de consultas por intoxicación medicamentosa (1996 casos), el servicio de Toxicología provincial determinó que más del cuarenta por ciento tenía como origen los psicofármacos, y, dentro de este grupo, casi el 65 por ciento se había producido por la ingesta de sedantes.

Los antinflamatorios fueron con casi el 17 por ciento, el segundo tipo de medicamento causante de cuadros tóxicos. En este caso, el 45 por ciento de las consultas se debieron al uso abusivo de aspirinas.

Con respecto a los sedantes, la persona relaciona el fármaco con la inducción al sueño o bien con efectos mágicos en estados tensionales y, por lo tanto, lo prescribe o suministra a terceros sin tener en cuenta los diferentes principios activos, las indicaciones específicas. Lo que no sabe la persona es que el uso reiterados de estas sustancias produce habituación y su abrupta suspensión, síndrome de abstinencia.

¿A qué se debe el hecho de tomar la decisión de automedicarse?

“La costumbre y el hábito hacen que se pierda la conciencia de los que está bien y está mal. Lo haces tanto, repetidas veces que ya te olvidas que eso estaba mal, lo incorporas como normal, que es lo terrible; y de ahí en más lo haces reiteradas veces. Lo que pasa es que la automedicación una o dos veces te puede salir bien y eso te incentiva a que vos sigas haciéndolo. Por ejemplo un asmático. El día que tuvo un ataque se hizo un ventolín, como evolucionó bien ya está. En la próxima hizo un poquito más y se dio dos, en la próxima cuatro. Ya para entonces se olvidó que entre uno y cuatro hay una gran diferencia. Cada vez se va agravando más la patología. Y un día esas medicaciones que son utilizadas mal y en un determinado tiempo de la vida de esa persona, le va a afectar negativamente. Vos a los veinte años te hacés dos disparos de ventolín y te aumenta un poco la presión y la frecuencia cardíaca. Pero si vos tenés cincuenta la reacción es diferente porque el cuerpo tiene menos tolerancia. Sin diagnóstico y conque sea un poco sintomático a una hipertensión leve, con eso ¡pum! la llevaste a niveles extraordinarios.

En muchas publicidades después de decir lo bueno que es ese producto dice abajo con letras chiquititas ‘consulte a su médico’. ¿Para qué? Después de toda la información que diste. Distinto sería si con el mismo tipo de voz, con el mismo peso dijeras ‘primero consulte a su médico’. Hay formalismos que con leyes han tratado de implementar como ‘el fumar es perjudicial para la salud’. Pero son cosas que no las entiendo. Es como decir que mi conciencia está más tranquila porque yo pongo esa leyenda abajo.

Siempre es volver a lo mismo, por detrás hay causas estrictamente económicas.”

¿En ciertas circunstancias recomienda la automedicación?

“Si, yo a los padres les digo: si el chiquito tiene un pico de fiebre y son las dos de la mañana y llueve o no tenés plata para un remise, dale un ibuprofeno. Pero a la mañana siguiente, aunque el chiquito se sienta bien, traelo a la consulta igual.

Si vos estás trabajando y te duele la cabeza, te tomás un ibuprofeno, está bien. Pero cuando salís de trabajar te vas a ver al médico.

La automedicación tiene también sus cosas favorables: poder terminar un horario de trabajo, no salir de noche en medio de la lluvia con el niño. Pero tiene que ser responsable, tiene que existir la posterior consulta médica.”

Por que en ciertos escritos he leído que en algunas circunstancias la automedicación es recomendable porque descomprime centros de salud. ¿Esto es así?
”No, de ninguna manera. Si no da abasto el centro de salud se necesita otro centro de salud, no descomprimirlo. Se necesita ot
ro centro de salud o más especialistas.

La planificación en salud consta de una estrategia y de un número. La estrategia es la distribución que pueda tener ese centro de salud en una región determinada. Vos tenés cuatro, pero la masa de población se condensó en un lugar. Entonces ese centro de salud está saturado y allí se necesita otro centro. Los centros de salud tienen que estar en lugares estratégicos para que la persona pueda concurrir a estos sin utilizar grandes medios. Tenés que pensar que esas personas no tienen capacidad de movilizarse.”

En los últimos seis años, la venta de analgésicos ha subido un 25 por ciento. El uso de antinflamatorios no esteroides, su consumo asociado o no a analgésicos afecta fundamentalmente a las personas de más edad, que sufren más procesos inflamatorios crónicos y degenerativos. Los riesgos más habituales del uso frecuente de antinflamatorios son las gastritis y las hemorragias digestivas.

La Universidad Nacional de la Plata realizó un estudio en el cual se observaba que el 50 por ciento de los pacientes con o sin obra social se automedica. Entre los medicamentos más utilizados se encuentran los antibióticos, los antinflamatorios y los tranquilizantes que algunas farmacias venden sin prescripción médica.

La automedicación y los deportes

Ya mencionamos que una de las cosas más valoradas en nuestra sociedad actual es el dinero, la segunda podría ser la belleza. Los ideales de belleza llevan a que se exija que la mujer sea linda y flaca, siempre. Y el hombre tiene que ser musculoso. Tal vez esta exigencia a veces sea indirecta, pero muchas veces lo es de manera directa. Como una suerte de Barbie y Ken sin medir consecuencias.

Conocido por todos es que debido a la sobre exigencia en los deportes, se realice automedicación con trastornos a la salud importantísimos para la persona.

La más conocida automedicación son los anabólicos para hacer crecer la masa muscular, pero con problemas para la salud de gran importancia. También la utilización de medicamentos para bajar de peso.

Esta sobre exigencia, como ya dijimos puede ser con un fin estético o económico. “El alto rendimiento muere en el dinero. El rendimiento significa un éxito. “dice el doctor Arbizu “ese éxito va ligado a un valor económico determinado. Por ejemplo en el fútbol si a vos te ven con un muy buen rendimiento eso va a significar un rédito económico para el club en un pase a otro club.

Si un chico de quince años se pone a hacer pesas y vos no le manifestás los riesgos, ese chico va a quedar más pequeño, con una artrosis a los treinta, cuarenta años, con lumbalgias. Eso por un lado, después el hecho de meterse anabólicos o esos polivitaminicos que vienen de Estados Unidos, en grandes potes, en polvo. Que dicen ‘¿cuál es la dosis? No sé, viene en inglés, lo ponemos en el vaso, lo batimos y tomamos’ Y ¡plaf!, generan un desastre en el organismo.”

Suplementos dietarios

Por otra parte existe en nuestra sociedad un incentivo al consumo desmesurado de vitaminas y minerales. Los muy en boga suplementos dietarios.

¿Pero traen aparejados consecuencias negativas el consumo excesivo de una vitamina, por ejemplo?

“Todo aquello que no se dé bajo un criterio médico corre un riesgo. Si vos te excedes en vitaminas vas a tener problemas renales, hepáticos, lo mismo que con el hierro, en mayor medida no es beneficioso. Todo lo que se hace en una medida que va más allá de lo que se considera lo normal hace mal. Hay una medida para cada cosa. Las vitaminas son necesarias para una persona que lo necesite, sino no tendría mucho sentido.

Para un distrófico, un desnutrido, se dirige una vitamina determinada con una visión: favoreciendo la absorción del calcio; o a un anciano que por su patología neurológica no deglute bien, porque por ejemplo no entiende, se le da suplementos vitamínicos.”

Tomate un té de hojitas de...

Me viene a la mente una canción popular, la “zamba de los yuyos” que dice en su estribillo:

yuyos hay para amar

otros que hacen engualichar

yo conozco un guallicho mejor

“zamba de los yuyos” pa’ enamorar

Este es otro espacio aparte sobre la medicina a través de plantas, semillas, hierbas. A veces por tradición, por transmisión de generación en generación, por costumbre, se cae en esto, que muchas veces son inocuos y en otras son fatales. La legitimación que tiene algo que se hizo desde toda la vida o que lo hacía la abuela, es un peso que muchas veces es difícil de desterrar.

Tomarse un té de tilo cuando uno está nervioso, tal vez no sea perjudicial. Pero el alcance de este tipo de “medicaciones” no tiene como límite un té para los nervios. Muchísimas veces sin consultar al médico, se realizan remedios caseros sin tener verdaderos conocimientos científicos. Los riesgos de una enfermedad mal diagnosticada y encima mal medicada puede ser con peligro de muerte.

Sobre el tema el doctor en pediatría nos decía “Es fatal en muchos casos. Muchos de esos yuyos destruyen a las personas. Por eso vemos chicos intoxicados, con convulsiones, pacientes con cuadros neurológicos complejos, por ejemplo, bajo el efecto de un anís estrellado. Un bebé tenía cólicos y le dan una mamadera de té de anís estrellado, un desastre.

En China, por ejemplo, las dos medicinas son paralelas. Los médicos tienen que saber de las dos. Un médico chino sabe todo lo que sé yo, pero también sabe todo lo que comúnmente saben esas mujeres que lo transmiten de hijo a hijo. Pero siempre desde el punto de vista médico, probado científicamente.”

La Organización Mundial de la Salud no recomienda las prácticas de la llamada medicina tradicional. La Organización advierte que el uso incorrecto de determinados remedios herbarios puede ser dañino, o incluso mortal. Por ejemplo, la hierba ma huang (una efedra) se utiliza tradicionalmente en China en el tratamiento de la congestión breve de las vías respiratorias. En los Estados Unidos de América, la hierba se ha comercializado como complemento dietario, y su uso prolongado ha provocado por lo menos una docena de fallecimientos, ataques cardíacos y accidentes cardiovasculares. En Bélgica ha habido que someter a trasplante renal o diálisis a no menos de setenta personas por causa de una fibrosis intersticial renal resultante del consumos de una de las especies de las Aristoloquiáceas, por confusión con otra de esa misma familia, también como complemento dietario.

El Estado

¿Qué soluciones podemos encontrar en este tema? ¿Cuál es el papel del Estado?

“Los Estados en políticas de salud son casi nulos. En Estados Unidos, por ejemplo, no pueden controlar la comida chatarra. Sin embargo saben que la mayor mortalidad la tienen producto de eso: la obesidad, el colesterol, la diabetes. Sin embargo consumen Coca-cola a lo loco. Saben que se están muriendo, pero el estado no toma una actitud responsable. Capaz que lo intenta, pero en una sociedad, como la que es hoy, tan ligada al dinero, un Estado no alcanza hacerle tomar conciencia a la comunidad.”

Arbizu plantea que la automedicación no existiría si la persona no tuviera la información de cómo automedicarse. “Si no hubiese ninguna información pasaría: ‘me duele algo ¿qué hago? Y no sé, andá al médico.’ Esa información tan intensa que hay en los medios influye en que la persona empiece a tomar sus propias decisiones. Pero también se pueden observar múltiples factores: por ahí no tiene lugar a donde ir, no tiene dinero para consultar, el hospital está sobresaturado o no rinde las expectativas de salud que la persona considera que tiene que tener ese hospital o ese médico. Miles de factores que influyen en que el individuo busque lo más fácil y haga la automedicación.”

Igualmente Arbizu considera que la automedicación es producto de las consecuencias de las actitudes irresponsables de los Estados. “La actitud del Estado debe ser responsable desde lo preventivo, que es no permitir que suceda. Después desde la información preventiva que es ‘te digo lo que no tenés que hacer’. El estado hace una ley que permite que determinados productos, que deben tener un estudio, de drogas muy elementales sean de venta libre. Porque ciertas drogas más complejas o son utilizadas con doble sentido, no sólo que el estado no las permite como venta libre, sino que la receta es una receta especial (que es de otro formato y color). Así es que un farmacéutico responsable no lo va a vender si no viene con la receta con la firma de un médico.

Es decir, si el Estado permite mediante una ley la venta libre de un medicamento, paralelamente debería hacer una campaña donde exprese que se puede tomar una aspirina, pero que si el problema persiste consultar al medico inmediatamente.”

Pero el individuo que se automedica está inserto en una sociedad y al respecto nos decía Arbizu “Todo es cultural. Porque una sociedad bien informada, culta, inevitablemente es una sociedad responsable. Porque en esa sociedad el individuo tiene el conocimiento para saber que está bien y que está mal y por ende ese individuo va a ser responsable, no tiene alternativas. Sino es una sociedad perversa, culta pero perversa, que también existe.

Pero yo me pregunto ¿cómo se informó ese individuo? ¿lo hizo por iniciativa propia? Puede ser, pero son pocos: es el Estado, es éste quién logra que su sociedad sea culta, más eficiente.”

También el doctor Arbizu reflexiona sobre los que ocupan los cargos públicos de salud que deben ser personas capacitadas y no puestas allí por amiguismo o por escalas políticas, como suele pasar en la Argentina; ya que son estos los funcionarios que luego generarán los planes y programas sanitarios.

Es un asusto complejo, de muchas aristas. Porque por un lado este tipo de acciones (la de utilizar medicina tradicional) la vemos en personas que culturalmente lo tienen incorporado. Y, por otro lado, en personas que, con la idea de llevar una vida naturista, se niegan o evitan consumir medicamentos.

Simultáneamente vemos también, como un medicamento que es patentado por una sola empresa, se vende a valores elevadísimos, sin otra razón que para beneficiarse económicamente. Entonces esto genera un rechazo hacia la medicina.

Lo cierto es que el hombre hace algunos miles de años atrás tenía un promedio de vida bajo, de treinta años. Y que gracias a la medicina logramos superar enfermedades y elevar al doble la expectativa de vida.

Desde El Pensadero creemos que el punto medio siempre es lo correcto ¿Qué es el punto medio? No por ser naturistas descreer de la medicina. No por los avances de la medicina, consumir medicamentos como si fueran golosinas, soluciones en pastillas.

Dedicar un tiempo a nuestra salud, dedicar el tiempo a una consulta médica, es una elección de bienestar responsable y una verdadera valoración de la vida propia y la de nuestros seres queridos. Lograr tener una alimentación variada, lo más sana posible y por sobre todas las cosas consultar al médico antes de consumir cualquier remedio de laboratorio o casero.