sábado

Incógnita de diciembre

Yo antes de ser Yo

Nunca otra cosa en la cabeza

El personaje tan acertado de este mes era Carlos Orozco, conocido cantante de nuestra ciudad. Carlos llegó a la Villa en la Semana Santa del '94 a visitar a un amigo, a pasear y conocer. “No me imaginé jamás que después de un fin de semana me iba a encontrar aquí trece años y con una familia”. Después de ese fin de semana volvió con una expectativa de trabajo, pero no a radicarse. Él quería ya en ese entonces trabajar de la música, no se dio y se quedó a trabajar de otra cosa. Carlos Orozco canta desde muy, muy pequeño. Su padre era mecánico y su mamá profesora de música. “Mi mamá me cantaba desde que estaba en la panza, pero cuando me descubrieron mi vocación, la voz, fue a los seis años, en la escuela primaria. Yo desde los cuatro que tenía una guitarrita con cuerdas de tanza. Creo que nunca se me cruzó otra cosa en la cabeza, siempre fue la musica.”
A Carlos Orozco le hicimos las preguntas de la sección y esto nos decía...
¿Un lugar de Gesell?
“Lo que más me gusta es la zona del Chalet de Don Carlos, yo creo que
ahí están las raíces. Me gusta el ambiente, la naturaleza, se respira vida. También me gusta muchísimo los bosques de Mar Azul, Mar de las Pampas, sacando la parte económica, me gusta la belleza, el paisaje. No soy un enamorado del mar, poco y nada. Voy igual al mar porque veo que mis hijas lo disfrutan.”
¿Una estación del año?
“Primavera, me encanta la primavera de Gesell. Lamentablemente ésta no ha sido muy buena, pero me gusta esa época antes de la temporada.”
¿Música?
“Para mí la música popular es el folclore: de chico, de toda la vida. En casa soy muy abierto, escucho de todo. Soy muy latino, muy de mi idioma. El tango, el folklore, todo tipo de música. Sin duda lo que más siento es el folclore. En mi casa mi papá adquiría material, todo era folclore: “Los Tucutucu”, “Los gatos de Córdoba”, “Los Chalchaleros”, “Los Cantores del Alba”. Yo me mamé de todo eso. Hoy han cambiado las épocas, pero la esencia sigue estando.”
¿Literatura?
“Soy re-vago. Yo creo que mi literatura actual es algún trámite burocrático o el colegio de los chicos o las poesías que yo canto. Algo que me apasionó cuando era chico fue el hundimiento del Titanic y de eso sí leí muchísimo”
¿Cine?
“Soy adicto a alquilar películas en DVD. Estoy al tanto de todos los estrenos”
¿Algún objeto que te guste llevar con vos?
“No tengo amuletos, pero sí llevo siempre fotos de mis hijas. La presencia de ellas me es muy útil cuando viajo tanto en la ruta. No soy de acumular objetos, si no es algo que haya tocado mi vida, descarto. No me encariño con lo material”
¿En que te gusta pensar?
“En el bienestar de mis hijos; que está conectado con cómo me vaya a mí laboralmente seguro. En que empecemos a creer nuevamente en las instituciones, en la familia que es lo que le voy a inculcar a mis hijas”.

Nos comenta que en un principio le costó incorporarse a la Villa. “A mí, en lo mío, no me fue fácil. Pero por lo mismo, como no me fue fácil, lo que tengo, lo valoro de otra forma”. Ahora Carlos se siente un geselino, un referente de la ciudad, que como embajador lleva a la Villa a donde va. Ya se siente reconocido y con una familia aquí. No falta nada para sentirse un geselino. Para aquellos que quieran escucharlo podrán hacerlo en varios lugares de la ciudad, en restaurantes y cafés.