sábado

Libre moneda y Libre tierra

El padre nuestro fundador
Silvio Gesell segunda parte. Algunos fundamentos sobre su teoría económica.

Algunos números atrás publicamos una nota con algunos fragmentos de las cartas de Silvio Gesell, quien fuera padre de Carlos el fundador de la ciudad.
Nos quedamos con las ganas de publicar algunos fragmentos sobre lo que fue su teoría económica. Nos basamos para ello en trabajos elaborados y traducidos de la página web www.sozialoekonomie.info . Allí se encuentran los textos completos que puede y le recomendamos leer.

Recordemos rápidamente que Silvio Gesell vivió entre los años 1862y 1930. Nació en St. Vith región que actualmente pertenece a Bélgica. Solamente cursó hasta el primer año de la secundaria y será un incansable viajero. Pasará gran parte de su vida en Suiza, Alemania y Argentina. A Argentina llegó con una valija de instrumental odontológico y tras el éxito instalará aquí la “Casa Gesell”. Es en Argentina, que debido a la crisis económica, Silvio comenzará a analizar y elaborar su teoría económica.

El dinero
Silvio se ocupó de analizar al dinero y el interés que éste producía. Este interés demasiado alto causa la enfermedad en el organismo social con una sintomatología muy compleja. El dinero que produce intereses y que por eso es neutral, produce una distribución injusta de los ingresos lo que por su lado lleva a una concentración de capital monetarios y del capital material, monopolizando así la economía. Ya que son los propietarios del dinero los que deciden si circula o no.
Él consideraba que el dinero había perdido su verdadero sentido que era el de sólo instrumento para el cambio y era más bien un elemento de especulación. Para que ello no sucediese, Silvio proponía una especie de “dinero sellado”. Así este dinero retendría su valor siempre y cuando fuese sellado mensualmente, como una tarjeta de seguro. Así, toda especulación usuraria sobre la moneda líquida queda descartada y prohibida.

Este lado de su teoría pudo observarse con los llamados bonos 'patacones' en la provincia de Buenos Aires que al tener fecha de vencimiento no podían darse en préstamos a interés o depositarse como ahorros. Había que gastarlos para comprar cosas (bienes y servicios) con toda premura. Entonces la velocidad de las transacciones y la economía física tuvo un auge productivo poniendo fin a la recesión. Se detuvo la especulación con el dinero.
En la ciudad austriaca de Wörgl entre 1932 y 1933 sucedió algo similar. Allí se dispuso aplicar la moneda concebida por Gesell que estaba gravada con una tasa de utilización del 1% mensual (12% anual). Así fue como los 32.000 chelines que se emitieron con fecha de vencimiento y con gravamen del 1% mensual por su no uso, circularon en un año 463 veces creando bienes y servicios físicos por valor de 14.816.000 chelines. En cambio, el chelín común tan sólo circuló 21 veces.

La moneda oxidante (con vencimiento) llevaría la demanda y la oferta de dinero y capital a un equilibrio estable a largo plazo. De esa manera el dinero perdería su poder estructural sobre el ser humano y sobre los mercados y ya no podría llevar a la distribución injusta de ingresos y bienes.
A consecuencia de un nivel de interés internacional tendiendo a cero, al intercambio de bienes y servicios sería manejado por precios justos, lo que podría equilibrar a largo plazo los mercados mundiales hasta entonces perturbados por intereses de poder.
El dinero se convierte así en un medio de cambio de distribución neutro.
Todo para todos
Werner Onken dice que el objetivo de Silvio Gesell era una economía de mercado sin capitalismo, es decir una economía de mercado sin privilegios o monopolios, en la cual el dinero y territorio con sus recursos sean bienes comunes, de las cuales todos los seres humanos puedan disponer de condiciones iguales.
Silvio proponía una gran reforma territorial donde el gobierno se apropie de las tierras mediante una indemnización a los propietarios y pase a ser propiedad común de todos. “Ante el globo todos los seres humanos deben ser iguales sin diferencia de raza, religión, educación y estado físico.”
La tierra sería un gran organismo económico unitario e indivisible y pertenecería a todos como “propiedad imposible de vender. Cada uno, no importa de qué país proviene, tiene el mismo derecho al carbón inglés, al crudo americano y a la sal potásica alemana.”
Ya por entonces preveía la importancia que tendría la internacionalización del petróleo y otros recursos naturales.
La apropiación privada de la tierra fue considerada por Gesell como una agresión cruenta al organismo general de la tierra y al hombre, ella se basa en la violencia; ella sólo logra tenerse en pie por medio de una política dirigida por los intereses de los latifundistas, los que instrumentalizan las escuelas, iglesias, la justicia y las fuerzas militares para sus intereses de dominio; y necesitan los órganos de seguridad como 'protección' contra aquellos a quienes han privado de sus derechos. Gesell vio en la propiedad privada de la tierra y en el dinero productor de intereses 'hongos sociales' y 'grandes perturbadores de la paz' que 'dividen a la familia humana en pobres y ricos y empujan a los pueblos hacia las guerras civiles y entre naciones'.


Las fronteras
Tras la realización de la reforma monetaria y territorial, Silvio planteaba la abolición de las tarifas aduaneras, las fronteras nacionales perdería su carácter de ser líneas de división, serían meros instrumentos administrativos. Ya no se impediría a los pueblos limítrofes de unirse económica y familiarmente manteniendo sus idiosincrasias lingüísticas y culturales.

Las mujeres
Gesell, como otros reformadores agrarios de la escuela de Henry George, pensaba que el Estado era capaz de financiar sus tareas a través de los ingresos de arrendamiento de los terrenos sin imponer otros impuestos. Pero ¿quién tenía derecho a los ingresos de ese arrendamiento? Gesell pensaba que el importe de los ingresos por los arrendamientos dependía de la densidad demográfica, finalmente de la disposición de las mujeres de dar a luz a niños y de criarlos. Por eso, Silvio quería pagar los ingresos de los arrendamientos a las madres como remuneración por el trabajo de educación según el número de niños menores de edad en mensualidades. Todas las madres debían ser liberadas de la dependencia económica de los padres trabajadores. Por eso la relación entre los sexos debería basarse en el amor, libre de las influencias del poder.

Con todo esto Gesell desarrollaba las primeras ideas para un orden monetario mundial poscapitalista. Abogaba por un mercado mundial abierto sin monopolios capitalistas ni fronteras aduaneras, sin proteccionismo de comercio y sin conquistas coloniales.
Silvio hasta hoy
El primer congreso internacional del movimiento doctrinario de Gesell, se realizó en Basilea en 1923, al que concurrieron suizos, alemanes y representantes de ideas y programas monetarios de varios países del mundo. En EE.UU., el profesor Irving Fisher, fue el único economista que reconoció en esa época la importancia del pensamiento de Silvio Gesell.
Después de 1945 la obra de Gesell cayó en el olvido y renació a finales de los '70. Allí, cuando el paro de las masas, la destrucción del medioambiente y las crisis de deudas internacionales llevaron al aumento del interés sobre el modelo de una economía alternativa.
En Alemania la Stiftung für Reform der Geld und Bodenordnung (Institución para la reforma del orden monetario y agrario) comenzó con la construcción de una biblioteca de la economía libre en 1983. Como piedra fundamental para la investigación científica sobre las teorías de Silvio Gesell, se publicó desde 1988 hasta 1997 una edición completa de 18 libros de sus obras (que se puede consultar en el Chalet de Don Carlos, en el Pinar del Norte). En esto se basa una serie de libros con el título de “Estudios concernientes al orden económico mundial”, que comienza con una vista general de la historia de cien años del movimiento NWO (El orden económico natural) y con una selección de las obras de Karl Walker, el alumno más importante de Gesell.

En el 2003 las cátedras de Estructura Económica Argentina, Macroeconomía y Microeconomía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Lomas de Zamora, realizaron una charla a cargo del Dr. Carlos Louge, quien fue becario durante dos meses en Alemania para estudiar el sistema económico de Silvio Gesell.

Datos, talvez demasiado escuetos sobre la obra económica de Silvio Gesell. Es quizás una excusa para que usted lector se interese, piense, reflexione. Es posible que no esté de acuerdo, tal vez sí, tal vez tenga su propia idea. Lo cierto es que este mundo no marcha muy bien que digamos y plantear otras opciones sería bueno. Siempre miramos a los de afuera, a los clásicos pensadores. Pero ¿qué hay de este pensador que nos llega de cerca? ¿Qué piensa de Silvio Gesell?